Una palabra

El 1% es mejor que el 0%

Una palabra
Quién fuera Kacey Musgraves un fin de semana. Fuente: Sunday Scaries.

El otro día, una amiga del trabajo me compartía que su sueño es hacer caricaturas. Es muy buena editora y animadora de video. De hecho, esa es su labor en el estudio donde trabajamos. Sin embargo, aunque su reel con esta y otras empresas es hermoso, le frustraba no tener tiempo ni energías para hacer algo suyo. Suyo de ella, como dirían las personas que no le temen a la redundancia.

Es un problema que no nos es nada ajeno a muchas personas. Trabajamos todo el día siguiendo o no nuestra vocación. Vamos y venimos en el tráfico y el smog. Incluso cuando trabajamos de forma remota, hay un ritual previo y posterior a la jornada laboral que de pronto se vuelve exhaustivo. Al llegar a nuestras casas o sillones, estamos tan fatigados que no tenemos ganas de prender la computadora otra vez. Ni siquiera para algo nuestro de nosotros, por lo que no nos vayan a pagar un centavo… aún.

De ahí el famoso meme de “slams laptop shut til Monday” que comparte Sunday Scaries cada viernes. De ahí el mismo nombre de Sunday Scaries: los miedos que sentimos el domingo, antes de volver a abrir la laptop al día siguiente.

No me vengan con que “quien trabaja en lo que ama no trabaja un solo día”. Puedes amar tu trabajo y también te puede fastidiar a veces. Por lo general, quienes dicen esa frase ni siquiera trabajan, porque - opinión polémica - ser trust fund baby no es trabajo.

Mi amiga me compartió un video que le gusta e inspira mucho. Que lo ve todos los días, ya que le encanta este estilo de animación.

Al verlo, le dije “puedes hacer algo así”. O mejor. Porque puede. Le dije que, aunque llegara cansada del trabajo, con este estilo de animación, podía hacer al menos un segundo al día. Un milisegundo. Un día, el personaje podría mover la patita. El otro, pestañear. En el video hay una parte donde los personajes están estáticos en el metro y el paisaje se mueve al fondo. Eso le podría tomar poco tiempo aplicando los efectos de movimiento que le he visto hacer en el trabajo. Y así, podría fácil tener un corto o un video musical en seis meses. O tres meses. O un año. Pero tres meses, seis meses, un año, es mucho mejor que nunca.

“Qué buen consejo”, pensé. “Debería yo también seguirlo”. Me gusta dar consejos. En lo que noto en otras personas, al leer el tarot, al platicar tomando un café o una cheve. Tengo estudios como consejera y “coach transformacional” (¿quién no hizo alguna loquera en la pandemia? Esa fue la mía) con los que no lucro porque no me gusta ese cotorreo, y prefiero compartirlos gratis. Pero, ¿seguirlos?

Por eso voy a seguir también ese consejo. Hacer algo pequeño, el 1%, de lo que amo hacer sin que me paguen. Un post. Un verso. Una línea. Una palabra.

Una palabra.

Que es mucho mejor que el silencio indefinido. Que si bien tiene su lugar y momento, a veces es necesario seguir nutriendo la creatividad.

Este es el video que me compartío mi amiga. Es muy lindo. Espero les inspire.