Returnal

Altar al proceso creativo

Returnal

Al fondo de mi altar, tengo dos postales en la pared:

Una de ellas me la trajo Laiza de Canadá. Es el dibujo de una persona dibujando algo. No se vé qué es lo que dibuja esta persona específicamente, sino sólo se ve su proceso, su atuendo, su estado de flujo.

Otra de estas postales la conseguí en Trópico Market. Es una ilustración de Day cuervo para LUPI - Lugar de producción Independiente. Aquí se ve otra persona, absorta en su taller. Una vez más, no se vé lo que produce, pero se ve su proceso y también se ve su entorno. La referencia de obras pasadas que creó, facilitó y/o presenció.

En ambos personajes, se nota una calma inmensa.

Ser escritora es el trabajo de mis sueños, y este año ese sueño se hizo realidad. He crecido sobremanera como profesional y persona, con el apoyo de un equipo en el que nos llevamos de maravilla y nos comunicamos constantemente. Como un estudio de contenido relativamente nuevo, hemos avanzado a pasos agigantados. O más bien madrazos. O más bien vuelos y revuelos dentro de tornados que acaban tan rápido como comienzan. Pero es normal. Llevamos menos del año y estamos sentando las bases.

Lo único que he resentido es que, aunque mi trabajo es ser escritora, no he tenido mucho tiempo ni energía para seguir con mi proceso creativo personal. De repente llegan poemas, en su mayoría sobre canciones y carros, mientras conduzco y escucho música. Don’t write and drive, kids! Pero lejos están los días en los que iba a talleres cada semana y salía de ahí con dos o tres piezas nuevas. En el trabajo escribo un promedio de cuatro piezas al día. Unas veinte a la semana, más o menos.

Para cuando llego a casa, después del tráfico que a veces sí y a veces no me inspira a sacar algo nuevo, lo único que quiero es descansar, abrazar a mi gatita, jugar videojuegos, ver la tele y hacer ejercicio. Escribir ya lo hice todo el día. Y aunque mi biografía en redes sociales diga que “escribo de día y de noche”, últimamente en la noche ya no han quedado las ganas.

Por eso puse estas postales ahí en el altar. Porque el proceso creativo es un proceso divino y la verdad me hace falta un poco de divinidad.

Hemos tenido cambios positivos en el equipo, y con la temporada navideña y el fin del año a la vuelta de la esquina, la carga ha estado más fluida. En ese estado de fluidez, la divinidad ha vuelto de visita. Esa calma inmensa y ese flujo creativo por los que había rezado están volviendo como pueden. Sin prisa pero sin pausa. Si es que alguna vez se fueron.

Returnal,
you’ve never left,
you’ve been here the whole time.

Oneohtrix Point Never ft. Anhoni