La inmaculada concepción del ego humano

Una reseña de Immaculate (2024, dir. Michael Mohan)

La inmaculada concepción del ego humano

Una reseña de Immaculate (2024, dir. Michael Mohan)

Había pensado sacar esta reseña como parte de un texto más largo sobre el terror religioso, justo a tiempo para la “spooky season”. Como salió un poco largo, mejor lo saco como texto aparte y después subiré las demás reseñas por separado. Digamos que la niña fue a escuela de monjas, y se nota.

La novicia Cecilia llega al convento sin saber más que lo básico en italiano. Ha sobrevivido al hielo del invierno norteamericano, así que unas cuantas barreras del idioma no le harán más que los mandados. Se le pregunta varias veces si está segura de tomar los votos. No ha estado segura de nada más en la vida. En el convento, las hermanas más jóvenes se encargan de otorgar cuidados paliativos a las religiosas más viejas. El ciclo de la vida se nutre en el edificio. ¿O se pudre en el edificio? Cecilia desmaya en la noche de su ordenación al interactuar con una reliquia. Según pudo entender, uno de los clavos de Cristo.

Semanas después, la ahora Hermana Cecilia vomita en la bañera que comparte con sus compañeras. La revisan el médico de cabecera, la Madre Superiora, el Cardenal Merola, y el misterioso Padre Tedeschi. El mismo Padre que la invitó a venir desde Estados Unidos. Le demandan que confirme que no ha roto con sus votos, que no ha visto a nadie antes ni durante su estancia. No lo ha hecho. Ni antes, ni durante, ni jamás en su vida. El doctor mismo la había manoseado para confirmarlo cuando entró al convento. ¿Entonces por qué estaba embarazada?

Como cuando te ganas un Grammy y no eres ya-saben-quién y temes por tu vida. 🐝

La Hermana Cecilia no es la Virgen María. No se autoproclama "Esclava del Señor" ni autoriza que se haya en ella "según su palabra". Está asustada y confundida. Ella y su amiga, la rebelde Hermana Gwen, lo encuentran todo muy sospechoso. La Hermana Isabelle intenta ahogarla en la bañera, enferma de celos. Cuando la apartan de ella, grita que debió haber sido ella y que lo intenten de nuevo.

Justicia para la Hermana Gwen, Santa Patrona de las Lengua Largas.

Comparte esta entrada con la Hermana Gwen de tu vida. Esa que te dice “amiga, date cuenta” y se la raya a tus superiores para protegerte. Aquí le ponemos veladora. 🕯️

¿Intentar qué? Después de tanta muerte, destrucción, y pruebas de fe, el Padre Tedeschi le confiesa a la Hermana Cecilia que todo es parte de un experimento. Que logró extrapolar ADN del clavo de Cristo y que, con esa muestra, ha estado preñando monjas por años, quizás décadas, buscando dar a luz al nuevo Mesías que salvará al mundo. Jugando a ser Dios, con la ciencia más desquiciada como su Espíritu Santo. Ella estará libre de pecado, pero todo a su alrededor se hunde en inmundicia.

No hablaré más para que la vean, pero cabe decir que es una pesadilla a todo color. Immaculate, dirigida por Michael Mohan, es producida y estelarizada por Sidney Sweeney, quien llevaba años queriendo darle vida a este guion de Andrew Lobel. La imaginaba cobrar vida incluso mientras trabajaba en otros proyectos. Cuando veía a Elisabeth Moss como productora de la serie The Handmaid's Tale, basada en la obra homónima de Margaret Atwood, Sweeney pensaba que algún día llegaría a ese momento en su carrera.

Sí se pudo, chavas.

La cinta es un homenaje al terror religioso de los años 70s, con imágenes tanto hermosas como aterradoras. El nombre del doctor es Gallo, quizás un guiño al cine Giallo de autores como Mario Bava, Dario Argento y Lucio Fulci. Con la agonía y el éxtasis tan presentes en el arte sacro y en las historias con las que crecimos quienes nos criamos en la iglesia, pero desde el lente inquisitivo y tenuemente social que se desarrolla al poner un pie afuera de la institución como un ente del humano y sus corrupciones carnales.

El mismo lente que te hace preguntarte qué se creen todos estos viejos rancios - y una que otra vieja rancia - dictando sobre los cuerpos de las jóvenes, sobre cuándo y cómo concebir y llevarlo a término, sin importar la salud de la madre, tratada como un accesorio para usar y descartar. Para enterrar, cercenar, marcar, y enloquecer. Menos valiosas que un trozo de madera encerrado en una vitrina. Menos valiosas que un cúmulo de egos.

Digo, ¿cuántas de estas personas en la foto pueden embarazarse?