IDGAF

El tiempo y la vida sanan las heridas. Desconectarse de personas que quisiste mucho y entre las que hubo mucho daño puede ser doloroso al principio, pero cuando te sumerges más en el presente y en el mundo que te rodea, de pronto te das cuenta que no has pensado en esas personas en mucho, mucho tiempo, y hasta se siente como si jamás las hubieras conocido y esa etapa de tu vida fuiste alguien más. Aún así, les deseas lo mejor, para que no se dañen a sí mismas ni a quienes ahora sean parte de su presente.

Mientras más pasa el tiempo,
más me vales madre.

Háblame cuando seas el viento,
cuando seas el agua,
cuando seas los mares.

Cuando seas el sol
y cuando seas la Luna.
Cuando seas los mares.

Cuando seas recursos
que, cual tu cariño,
los veía infinitos.

Que, por conveniencia,
o por malas lenguas,
ya no son más míos.

Háblame cuando seas la vida,
que casi me quitas
y es lo que más vale.

Háblame cuando seas el tiempo
y cuando seas el tiempo,
por fa, no te acabes.